Yo, pulsión del

Se le llama pulsión del yo a aquella energía psíquica encargada de la conservación del yo; es decir, su función es la de proteger a través del conflicto defensivo al yo.

En el contexto de su teoría psicoanalítica, Sigmund Freud propuso la idea de la “pulsión del yo”. Se refiere a una pulsión particular que busca satisfacer las necesidades y deseos del yo, o el aspecto consciente y racional de la personalidad.

Las pulsiones sexuales (también conocidas como pulsiones libidinales) y las pulsiones del yo (también conocidas como pulsiones de autoconservación) son los dos principales tipos de pulsiones que influyen en el psiquismo humano, según Freud. Las pulsiones del yo están relacionadas con la búsquedade seguridad, protección y supervivencia, mientras que las pulsiones sexuales se relacionan con el impulso de buscar placer y gratificación en términos sexuales.

Las pulsiones del yo tienden a estar más en línea con las expectativas y demandas sociales que las pulsiones sexuales, que pueden entrar en conflicto con las normas y valores sociales. Sin embargo, Freud también afirmó que las pulsiones del yo pueden chocar con otras.fuerzas psicológicas, como las pulsiones sexuales o las demandas del superyó (la instancia moral interna).

Es importante destacar que el concepto de pulsión del yo tiene implicaciones psicológicas y emocionales, no solo físicas o biológicas. Puede manifestarse en la búsqueda de afecto, el reconocimiento social y la autorrealización, por ejemplo.

La pulsión del yo, propuesta por Freud, tiene como objetivo satisfacer las necesidades y deseos del yo consciente. Tiene que ver con la adaptación, la seguridad y la supervivencia de la persona en su entorno.

Las pulsiones del yo se manifiestan en varios aspectos de la vida diaria, como satisfacer las necesidades básicas, comer, descansar, tener seguridad y evitar el dolor o el peligro. Estas pulsiones están enfocadas en la adaptación y supervivencia de la persona en su entorno.

Aspectos clave de la puslión del yo

La pulsión del yo es un concepto complejo en la teoría psicoanalítica y tiene muchos aspectos y dimensiones que la literatura psicoanalítica ha explorado. Aquí están otros detalles sobre la pulsión del yo:

Pulsión de autoconservación: “Pulsión del yo” y “Pulsión de vida” son sinónimos. Se refiere a la tendencia innata de una persona a buscar la supervivencia, el bienestar y la protección de sí misma.

Freud distinguió las pulsiones sexuales de las pulsiones de autoconservación. Las pulsiones del yo están enfocadas en la supervivencia y la adaptación al entorno, mientras que las pulsiones sexuales están relacionadas con el placer y la gratificación sexual.

Interacción con otras pulsiones: Las pulsiones del yo no funcionan solos; interactúan y se entrelazan con otras pulsiones en la vida mental. Por ejemplo, las pulsiones sexuales y las pulsiones del yo pueden entrar en conflicto, y cómo se resuelve ese conflicto puede tener un impacto en el bienestar y la salud mental de la persona.

Las tres instancias estructurales propuestas por Freud, el ello, el yo y el superyó, interactúan para mediar la pulsión del yo. El yo media entre las necesidades y anhelos del ello (instinto primitivo) y las normas y principios internalizados del superyó (conciencia moral).

Manifestaciones clínicas: la perturbación o desregulación de las pulsiones del yo puede tener consecuencias clínicas. Por ejemplo, una persona con trastornos de ansiedad puede experimentar una preocupación excesiva por la seguridad y dificultad para lidiar con situaciones incertezas.

Desarrollo sexual y pulsión del yo: Freud sostiene que las pulsiones y la pulsión del yo están interrelacionadas con el desarrollo psicosexual. Las pulsiones sexuales se integran y subliman hacia actividades socialmente aceptables a medida que el individuo crece, mientras que las pulsiones del yo siguen enfocadas en la adaptación y el bienestar personal.

Ejemplos donde se presenta la pulsión del yo

La pulsión del yo aparece en varios aspectos de la vida diaria, donde la persona busca satisfacer sus necesidades y mantener su seguridad y bienestar. Estos son algunos ejemplos de situaciones en las que se manifiesta la pulsión del yo:

  • Alimentación: Cuando alguien está hambriento, su pulsión del yo se activa y su atención se dirige hacia la búsqueda y el consumo de alimentos para satisfacer esa necesidad básica.
  • Descanso y sueño: La pulsión del yo se manifiesta en la necesidad de descanso y sueño. La pulsión del yo impulsa a la persona a buscar un ambiente adecuado para descansar y recuperar la energía cuando el organismo se siente agotado.
  • Seguridad y protección: La búsqueda de seguridad y protección también refleja la pulsión del yo. Por ejemplo, cuando una persona se encuentra en una situación de peligro, la pulsión del yo activa una respuesta de lucha o huida para proteger su integridad física y emocional.

La pulsión del yo también afecta las relaciones interpersonales. Las personas buscan satisfacer su necesidad de compañía y apoyo emocional al establecer y mantener relaciones saludables con otras personas debido a su necesidad de conexión, afecto y pertenencia.

Logro y autorrealización: La pulsión del yo puede manifestarse en el impulso de lograr metas personales, superarse a sí mismo y lograr un sentido de satisfacción y autorrealización. Esto puede incluir el logro de objetivos profesionales, la adquisición de conocimientos o el desarrollo de habilidades.

El hambre es un ejemplo común de una pulsión del yo. Aunque esto puede llevar al individuo a buscar la gratificación inmediata y descontrolada de comer cualquier cosa disponible, la pulsión del yo intervendría para moderar y guiar esa acción, teniendo en cuenta factores como la disponibilidad de alimentos, las normas sociales y la salud.

Las pulsiones del yo son un componente crucial en la creación de una identidad y la adaptación de una persona a su entorno. A medida que el yo crece y se desarrolla, se vuelve más capaz de equilibrar las necesidades del ello y las limitaciones del superyó y encontrar formas adaptativas de satisfacer las necesidades de manera realista y socialmente aceptable.

Es importante tener en cuenta que el concepto de pulsión del yo es una construcción teórica del psicoanálisis. Las diferentes corrientes del campo pueden cambiar su significado y su aplicación. Además, el psicoanálisis ha evolucionado y ha sido objeto de revisión y reinterpretaciones desde la época de Freud, por lo que hay una variedad de puntos de vista y enfoques dentro del campo.

De esta manera se entiende que su energía no es libidinosa sino de interés porque las pulsiones yoicas se mueven bajo el principio de realidad. Las pulsiones yoicas buscan preservar el yo, mientras que las pulsiones sexuales buscan obtener placer.

“… oposición entre las pulsiones que sirven a la sexualidad, la ganancia de placer sexual, y aquellas otras que tienen por meta la autoconservación del individuo, las pulsiones yoicas”

Sigmund Freud

Fuentes

  • Galimberti U. (2019) Diccionario de Psicología. México: Siglo XXI

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